15 ene 2012

Días de niebla.

Los inviernos en Las Tablas son crudos, cuando se dan periodos de nulas precipitaciones, como está ocurriendo ahora, y los anticiclones permanecen a lo largo de meses la estación invernal es propicia a las densas nieblas y a las fuertes heladas.
Conociendo el tema de la climatología de la zona en esta época quien va al Parque Nacional sabe lo que puede encontrar y decide su viaje deseando que su suerte cambie a lo largo del día, sólo la caprichosa meteorología  puede hacer que termine consiguiendo disfrutar de los motivos que hasta aquí le acercaron.
Si la intención con la que se llega es dar un paseo y la observación del paisaje y las aves que la habitan malos días son estos para esos fines. La baja visibilidad  impide ver con detalle las características de las aves y el rico colorido que algunas presentan, además, el paisaje no puede ser contemplado en toda su extensión, ya que al no tener puntos de  referencia es imposible saber las verdaderas dimensiones de este humedal.
Otra consideración a tener en cuenta es que la madera de las pasarelas también se cubren de hielo por lo que el paseo se torna, en esos tramos,  peligroso.
Bien protegido del frío cabe esperar que la niebla levante pronto y deleitarse con el espectáculo que se produce cuando el vapor se eleva lentamente de las aguas y el sol de un amarillo pálido comienza  a dar color a las cosas.
Si eso ocurre se puede decir que el espectáculo de la naturaleza es lo más sublime que se puede contemplar, por lo menos a mi así me lo parece.